Tras un mínimo de ocho años de crianza en bodega, el vino alcanza el equilibrio perfecto que representa Dom Pérignon, su mayor promesa.
COLOR
Amarillo con destellos dorados.
CUERPO
Gran cuerpo.
PALADAR
Jengibre, tabaco y aromas tostados.
Amarillo con destellos dorados.
Gran cuerpo.
Jengibre, tabaco y aromas tostados.